jueves, 10 de marzo de 2016

Vivir de perdedora IV: la vida es injusta


   ¿Ya dije que soy fea, cierto? ¿Y fome? ¿Y aburrida? ¿Y latera? ¿también lo había dicho? ¿Cierto? Ah, bueno, parece que poco ocurrente además. Es que... ¿de qué sirve la honestidad, la empatía y los buenos sentimientos si, finalmente, el mundo es tan superflúo que nadie ve eso? ¿para qué desgastarse o esforzarse si, finalmente el mundo es tan obvio? ¿para qué..? 

   No debería sorprenderme, perola verdad es que me entristece. En horas como estas, me siento como si fuera una pluma... sin dirección, sin peso, sin importarle a nadie que flote por ahí. Y eso, aunque lo niegue, me entristece más aún. No deberían importarme los otros si ya sé que el mundo es obvio. Ya sé que personas como yo están destinadas a vivir cuestionándose cada estado, a sentirse blanco de injusticias, a caminar con la cabeza agacha para evitar llamar la atención al pasar, a vivir de perdedora... Soy una loser y estoy consciente de eso. Lo-ser.

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