lunes, 22 de junio de 2009

Barbie girl

Desde nuestros inicios, tanto nuestras familias como la sociedad, realizan una distinción de géneros que radica fundamentalmente en los estereotipos.

Esto quiere decir, que para cada sexo hay un estereotipo; un modelo que debemos tomar, adaptarnos a él, y por supuesto, seguir. Ciertos accionares y pensamientos están relacionados para "hombres" o "mujeres", y si realizamos lo contrario, la misma sociedad nos condena.

A
unque pueda parecer muy superficial, el género femenino se liga a la imágen y estereotipo de chica "Barbie".

Actualmente, es la muñeca de juguete más famosa y vendida a nivel mundial Debutó el año 1959
en la "American International Toy Fair", feria del juguete de la ciudad de Nueva York. Fue creada por Ruth Handler, esposa de Elliot Handler, que es co-fundador de la empresa "Mattel". El nombre Barbie fue colocado en honor a la hija de Ruth, Barbara quien nació en Willows y fue al Willows High School siendo novia de Ken Carson desde 1961. El nombre completo de la muñeca es Barbara Millicent Roberts.
A través de "Barbie", se muestra a la mujer interesada en asuntos sin relevancia e importancia; interesada por situaciones meramente estéticas, y cómo conquistar más rápidamente a uno del sexo opuesto.Grave estereotipo, debido a que se orienta a las niñas infantes a que esas son las preocupaciones del sexo femenino, situaciones sin sentido que carecen de intelecto. ¿ Qué convina mejor con mi ropa...el rosado con morado o rosado con celeste?
La empresa Mattel, se ha beneficiado a través de la explotación de esta imágen que no ha beneficiado en ningún momento a la mujer, ya que se concibe inútil y en momentos, sin neurona alguna. Las muñecas, no pueden representar un modelo margnífico, debido a que en la realidad es inexistente. Caminando por la calle, dificilmente nos encontramos con siluetas y medidas "90-60-90". Nuestro país no puede someterse a dicha idealización, pero claro, somos unos esclavos más del capitalismo, por ende, todo lo que se recibe del extranjero intentamos imitarlo a nuestra manera. Somos una mezcla de pueblos, pero no precisamente de pueblos con altura envidiable, ojos azules, pelo rubio, y finos rasgos.
¿Se quiere seguir así, ofreciéndoles a las futuras genrraciones un icono de la moda, la sumisión de la belleza dedicada para el hombre y la absoluta perfección del cuerpo?

viernes, 12 de junio de 2009

"Cabeza de balón"


Claramente, esta semana ha estado marcada por sentirnos- sin distinción de géneros - especialmente orgullosos de nuestros lagos, nuestros volcanes, nuestra vegetación, nuestra tierra; en definitiva, de ser nacidos y criados en Chile. Incluso, hasta los sólo descendientes de chilenos igual sienten como se les infla el pecho. Y no es para menos, Chile ha vivido verdaderas y casi únicas jornadas de lujo futbolístico, digo únicas, porque ustedes saben que la suerte ni la historia acompañan al balopié del país.

A pesar de todos sentirnos orgullosos de nuestra patria, hay un género específico que se ha desbordado de felicidad por estos días, y es más, piensa en sólo celebrar cada una de las victorias. Ya saben, me refiero a ese llamado "sexo fuerte". Sí, precisamente a ellos, los que pueden estar tardes enteras instalados frente a una pantalla observando cada paso y maniobra de sus estrellas, esas mismas que intentan realizar en la "pichanga" junto a sus amigos, que a todo esto, sabemos no les resultan. Definiría a esto como mentalidad futbolística o mentalidad de pelota, pero mejor, prefiero quedarme con "cabeza de balón"; misma frase utilizada por la gruñona Helga en la animada serie Arnold. Es increíble el nerviosismo que los apodera antes de enfrentamientos en escenarios de estadios multitudinarios, realmente sorprende como se les ve antes y durante un partido, es como si ellos mismos fueran los que están jugando, porque celebran tanto así como se enfadan.

Es notable como al día próximo comentan los pormenores más insólitos del encuentro, cada uno con su postura, cada uno con sus argumentos queda abierto un debate tan extenso que recién llega acabar como una semana después. Siento pena por lo que no gustan de ese tipo de deporte, ya que deben bancarse los repetitivos y reiterados comentarios de sus amigos, pero sé que están acostumbrados.

Disfruto ver sus cambios de ánimo en los noventa minutos, me río de sus actitudes un poco extrañas o de esos gritos verdaderamente conmovedores. Reconozco que me divierten, reconozco que son unos "cabeza de balón".

Con los indiscutibles triunfos nacionales aún tenemos por seguir escuchando ese pegajosa y más que reconocida melodía que dice algo más o menos así: Chileno... chileno... chileno de corazón...¡un clásico!

martes, 9 de junio de 2009

Amor platónico


Cierro los ojos, y comienzo a pensar. Pienso en un mundo ideal; un mundo donde la gente desconocida sonríe, donde los autos ceden el paso, donde la tranquilidad invade los rostros, donde no hay miedo ni temores... un mundo casi color de rosas. Sigo pegada en este mundo imaginario, donde las ideas vuelan libres. Sí, ideas, tal como lo decía Platón; un mundo sensible, un mundo nuevo, un mundo preso de la ilusión. Me encanta fantasear, ¿hay algo malo en eso? ¿tiene un límite? ¿quién pone los límites?... en fin, me gusta estar acá, y quiero seguir viajando e imaginando.

Mucho escuchamos hablar sobre "amor platónico", pero en sí, se desconocemos la raíz de esto; esencialemente de qué trata y a qué hace referencia.

El connotado filósofo griego de "espaldas anchas", Platón, distingue su teoría en torno al amor. Señala al amor como la búsqueda de una belleza universal, una belleza trascendente en las almas que nos guíará hacia la bondad, la virtud y el bien, con lo que seremos completos y felices. La teoría de las ideas busca, igual que el amor, la perfección de las cosas abriendo paso a la mente.

A
hora bien, actualmente se concede al "amor platónico" como un amor inalcanzable que sólo se manifesta en un plano mental, y no de forma física. Es lo ideal sin que sea real.
Sin duda alguna, la mayoría de las personas en algún momento de sus vidas han experimentado este sentimiento que es absolutamente válido, sin embargo, el problema se presenta, cuando las personas quedan estancadas en este tipo de amor, y como es tan idealista, único, y perfecto, se encierran sin mirar a su alrededor.

Nuestro género, se caracteriza por idear nuestro prototipo a través de un "amor platónico", una ilusión escondida vista como un verdadero deseo que guardan nuestros corazones...

viernes, 5 de junio de 2009

¿Por qué vamos juntas al baño?


Si existe un misterio femenino por el que la mayoría del sexo opuesto siente una profunda intriga, y con desesperadas ansias le gustaría saber y entender, precisamente, es conocer la explicación de porqué ir a un lugar tan íntimo como el baño acompañadas.

Según diversas encuentas, e inclusos publicaciones de periódicos nacionales, el ir al "baño acompañadas", es visto más que un simple hecho, ya que es analizado casi como un fenómeno; un fenómeno paradigmático en torno al sexo femenino.

Principalmente, se atribuye esto, a la relación y formación materna que cada una recibe de sus hogares debido a que constantemente, desde pequeñas, escuchamos en reiteradas ocasiones que debemos evitar los lugares solitarios, y más aún, aquellos que pueden presentar una visible peligrosidad. Nos dicen, que debemos hacernos acompañar por otro para que además nos ayude en "casos de emergencia", y varios.

Los típicos problemas sanitarios, el mal estado de pestillos de las puertas, la falta de papel higiénico, la ausencia de percheros o colgadores, y entre tantos otros nos obligan a solicitar ayuda externa, que obviamente será la amiga más próxima, o en caso de no estar presente, se aplicará la "solidaridad femenina".

Ahora bien, no sólo se debe a factores estructurales, o de disposición física del lugar que acudimos juntas al baño, sino, también se debe por algo más... algo más, que podríamos llamar de "análisis". Generalmente, cuando decidimos ir al baño, es más una excusa que la acción misma. Necesitamos comentar todo y cada uno de los pormenores, necesitamos que alguien nos observe y diga si esta todo en orden, necesitamos la opinión ajena para arreglarnos, y así sentirnos más segura.

Cabe aportar, que es sorprendente la conversación que se genera al interior de estos lugares. Quizás el aroma y ambiente no es de lo más agradable, pero es tan íntimo que podemos expresar lo que sentimos sin miedo a ser descubiertas.