jueves, 30 de abril de 2009

Igualdad intectual


Sin duda, vivimos rodeados en una sociedad definida totalmente por el machismo. Cada acto, acción o acontecimiento se determina por márgenes establecidos en siglos ya pasados. El hombre como centro social, ¿y la mujer? ¿Se contempla dentro de lo que llaman “hombre”, o sólo se circunscribe a la débil conceptualización de “mera mujer”? Basta de esas interminables charlas sexistas donde se tiene como temática principal quien es más capaz o inteligente.

Verdad, el cerebro del hombre es más grande que el de la mujer, pero no guarda relación alguna con la efectividad intelectual, sino que es por algo más bien físico. Tiene una directa relación con respecto al tamaño del cuerpo; un cerebro más pequeño, para un cuerpo más pequeño. El coeficiente intelectual es el mismo en ambos, y está demostrado científicamente. Por medio de las ciencias, diversos sicólogos y eruditos, a través de la historia han intentado entender las diferencias cerebrales entre los dos géneros humanos. Tal, es el caso de Richard J. Haier.

Nos encontramos en un siglo moderno donde ya quedaron supuestamente zanjadas todas aquellas disputas que a nada llevan. Mujeres hay de todos tipos, pero siempre en común compartimos esa inclinación hacia la susceptibilidad, que obviamente nos identifica como el género que abarca lo emocional y lo intuitivo. El llamado “sexo débil” se está potenciando, así que cuidado caballeros no vaya a ser cosa que los poderes que ustedes creen tener y manejar se les escape de las manos….En todo caso, no es una competencia, hablemos de supervivencia.

lunes, 27 de abril de 2009

Mirar y cazar


Todas, y cuando digo así créame que es verdad, hemos experimentado algún tipo de cercanía con los hoy bien llamados “jotes”. Pero si es que aún no sabe lo que es, o no se le ha dado la oportunidad para conocer a alguno (aunque realmente lo dudo), se lo explico de inmediato. El concepto “jote”, actualmente se utiliza en el habla juvenil, para denominar a todo aquel que busca insistentemente ocasión para conquistar, o más bien, encantar a otro con el fin de una relación pasajera; carente de compromiso cualquiera. Podríamos decir, que sólo es una coquetería basada en lo que proyecta la imagen de una cierta persona a su par. Ahora… ¿Por qué se les dice “jotes”?.

L
os “jotes” son aves carroñeras, unos verdaderos destrozadores de alimentos. Cuando descubren una posible fuente de comida descienden bruscamente desde las alturas con una envidiable rapidez para controlar a su supuesta presa. Además, destacan por su excelente vista. ¿Qué mejor analogía?


D
e todas maneras, pensándolo bien, no sólo existen “jotes” de sexo masculino, últimamente se ha visto y escuchado tanta cosa que no debe faltar una que otra mujer-de las características nombradas- dando vueltas por ahí; en algún rincón del mundo, tal vez del continente, quizás del país, o más aún donde usted se desenvuelve.¡Cuídese!

lunes, 20 de abril de 2009

"Galanes" por doquier


Palabras, palabras y más palabras. Sí, debo reconocer que son hermosas juntas, pero es horrible cuando descubres que sólo fueron utilizadas como instrumento para un total engaño. Me explico, es como si fuera algo inherente a la naturaleza femenina caer de rodillas cuando un grave vibrar pronuncia una serie de frases adornadas como una de esas miles canciones románticas existentes. Sí, esas mismas canciones que escuchamos cuando tenemos pena y nos sentimos incomprendidas por quienes nos rodean.

Porque cada vez que uno del sexo opuesto se nos acerca así, nuestra piel se estremece al sólo oír esa voz. Involuntariamente, nos ruborizamos, sonreímos nerviosas con brillo leve en el mirar, intentamos parecer racionales pero hay algo que se enciende en nuestro interior como una gigantesca llama.

Primer error señoritas: no dejarse llevar por las apariencias, es difícil, pero con la práctica se logra. Es que somos un atado de sensibilidad, pero no se confunda, ya que no es sinónimo de debilidad. Así que cuidado con los que andan de galanes por la vida, o más aún con esos bien llamados “jotes”. No vaya a ser cosa que se le aparezca uno a la vuelta de la esquina; abra bien los ojos, tome precauciones, y por supuesto; ¡No se deje engañar!